Viaje a Jordania

Día 5 Wadi Musa - Little Petra - Petra - Wadi Musa

Con el objetivo de optimizar nuestra visita de dos días a Little Petra y Petra, nuestro planteamiento fue el siguiente: empezamos por Little Petra y después ir a Petra. Hacerlo en sentido contrario puede significar que Little Petra te sepa a poca cosa. Para empezar por Little Petra y acabar en Petra, nuestra recomendación es la siguiente: dejar el coche en el aparcamiento de Petra y tomar el shuttle gratuito que sale de centro de visitantes con destino a Little Petra. Después de visitar Little Petra, tomar uno de los todoterrenos que llevan hasta la puerta trasera de Petra, empezando por la visita por el Monasterio e ir descendiendo hasta la entrada principal situada a las puertas del Siq. Con esta estrategia, realizas el recorrido en un único sentido y te ahorras tener que subir los 800 escalones que llevan hasta el monasterio (los haces solo de bajada).

(a 9 km.) Little Petra: Little Petra, conocida como Siq al-Barid, es una pequeña ciudad nabatea que, al igual que su famosa vecina Petra, fue abandonada tras varios terremotos en el siglo VII. Durante siglos, ambas ciudades permanecieron olvidadas y únicamente conocidas por los beduinos locales, mientras en Occidente se mantenían como leyendas. Fue redescubierta en 1812 por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt, aunque Little Petra no se redescubrió hasta finales de la década de 1950, gracias a la arqueóloga inglesa Diana Kirkbride. Este descubrimiento reveló un lugar utilizado como punto de descanso y reabastecimiento para las caravanas comerciales en su ruta hacia Petra. Este sitio arqueológico, menos concurrido que su famosa vecina, ofrece una visión íntima de la vida cotidiana de los nabateos, con sus estructuras talladas en roca que datan del siglo I a.C.

La visita a Little Petra comienza cruzando puestos beduinos que venden souvenirs y productos locales. Sin necesidad de pagar entrada, nos adentramos en el estrecho desfiladero de Siq al-Barid, donde la primera vista es la impresionante Fachada de Tumba Nº 846, flanqueada por pilares y columnas decoradas con elementos greco-romanos. Al avanzar, encontramos viviendas excavadas en la roca y una cisterna tallada que recogía agua de lluvia. La plaza principal está dominada por el Templo de Dushara, con cuatro columnas y cámaras subterráneas para rituales. Más adelante, descubrimos los Tres Triclinios y el Gran Triclinio, utilizados para banquetes rituales y reuniones. La Casa Pintada, con su fresco nabateo de 2,000 años de antigüedad, y el mirador final con vistas panorámicas del valle completan esta fascinante exploración.

Petra, la joya de Jordania, fue fundada a finales del siglo VIII a. C. por los edomitas, Petra fue ocupada en el siglo VI a. C. por los nabateos, quienes la hicieron prosperar debido a su estratégica ubicación en las rutas de caravanas de incienso y especias. Hacia el siglo VI d. C., los cambios en las rutas comerciales y varios terremotos provocaron su abandono. Como decíamos anteriormente, fue redescubierta en 1812 por el explorador suizo Jean Louis Burckhardt, Petra es famosa por sus fachadas esculpidas en la roca y ha sido inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1985. Además, la zona circundante es un parque nacional arqueológico desde 1993 y Petra fue reconocida como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno el 7 de julio de 2007.

Desde Little Petra, muchos visitantes optan por tomar la entrada trasera a Petra, una ruta menos transitada que ofrece una experiencia de trekking espectacular. Este sendero atraviesa paisajes montañosos impresionantes y brinda vistas panorámicas del desierto circundante. La entrada trasera lleva directamente al Monasterio, evitando las multitudes y proporcionando una llegada majestuosa a uno de los monumentos más imponentes de Petra, ofreciendo una perspectiva única y emocionante de la antigua ciudad nabatea. Entre otras cosas, el monasterio es el punto más alejado de la entrada principal de Petra, por lo que al entrar por la puerta trasera la mayoría de visitantes no habrán llegado todavía a este punto. La otra principal ventaja es que te ahorras los más de 800 escalones que hay viniendo por la otra entrada. Por este lado hay algo menos de la mitad de los escalones y el recorrido es mucho más llevadero.

El Monasterio, conocido como Ad-Deir, es uno de los monumentos más impresionantes de Petra, sólo superado por el Tesoro en términos de magnificencia. Construido por los nabateos en el siglo I d.C., tiene casi 50 metros de ancho y aproximadamente 45 metros de alto. Es un ejemplo perfecto del estilo clásico nabateo, con una fachada excavada y esculpida en la piedra que recuerda a la del Tesoro. Sin embargo, a diferencia del Tesoro, que se cree que fue un mausoleo, el Monasterio era un lugar de culto construido en honor a Obodas I, el rey de los nabateos, deificado después de su muerte. Aunque no hay miradores establecidos, hay muchos puntos desde los cuales se pueden obtener diferentes perspectivas del templo. La foto más famosa para los instagramers se toma desde la cueva que hay frente al Monasterio.

Tras bajar los famosos 800 escalones, llegamos a una esplanada donde encontramos un gran números de lugares de interés. Entre ellos destacan el Ninfeo, una fuente pública adornada, y la Calle de las Columnas, la principal vía comercial de Petra. A lo largo de esta avenida se encuentran el Gran Templo y la Puerta de Témenos, que conducen al Qasr al-Bint, un templo nabateo construido en el siglo I d.C., que fue uno de los más importantes de Petra, probablemente dedicado a Dushara y Al-‘Uzza. Cerca de allí, contemplamos el Templo de los Leones Alados, la Iglesia Bizantina, del siglo V d.C., donde un cobertizo protege de las inclemencias metereológicas a sus mosaicos y frescos, y la Iglesia Azul, que destaca por sus cuatro columnas de granito gris azulado con capiteles nabateos.

De camino hacia la salida, contemplamos el Teatro de Petra, construido originalmente por los nabateos en el siglo I d.C., con una capacidad inicial para 3,000 espectadores. En el año 106 d.C., los romanos ampliaron el teatro, aumentando su capacidad a 8,500 espectadores. Tallado mayormente en la roca, la parte del proscenio se construyó con una combinación de roca tallada y albañilería. El teatro cuenta con una orquesta semicircular y gradas dispuestas en tres niveles superpuestos en forma de luna creciente. Descubierto en 1961 por un equipo de arqueólogos americanos, el teatro es un testimonio impresionante de la arquitectura y la adaptación romana en Petra. Cerramos el recorrido diurno con el Tesoro y el Siq, los cuáles volveremos a visitar tanto por la noche como al dí siguiente.

Nuestro primer día de visita a Petra lo culminamos con el espectáculo "Petra by Night", una experiencia nocturna que permite a los visitantes ver el Tesoro iluminado por miles de velas. Este evento se realiza varias noches a la semana y ofrece una atmósfera encantadora y casi mística. Caminando por el Siq bajo el cielo estrellado, los visitantes son guiados por el suave resplandor de las velas hacia el Tesoro, donde la música tradicional beduina llena el aire mientras te invitan a tomar un te. Es una oportunidad única para ver Petra desde una perspectiva diferente, envuelta en un ambiente de serenidad y misterio. Seguramente para muchos el precio es excesivamente caro para lo que es en sí el espectáculo, pero aún así merece la pena verlo.